Pideme lo que quieras, ahora y siempre
—Eres increible, carino.
Cuando decido que no voy a comer nada mas para no reventar, aparecen Simona y Norbert con un postre que tiene una pinta maravillosa y que con solo verlo ya lo quiero devorar.
—Bienenstich de Simona. ?Que rico! —aplaude Flyn, emocionado.
Sin que pueda apartar mis ojos de ese pastel con tan buena pinta, pregunto:
—?Que es eso?
—Es un postre aleman, senorita —indica Norbert—, que a mi Simona le sale de maravilla.
—?Oh, si! Es el mejor bienenstich que comeras en tu vida —me asegura Eric, divertido.
La mujer, emocionada al sentirse el centro de atencion de todos, en especial de los tres hombres de la casa, sonrie y se dirige a mi:
—Es una receta que ha pasado de mi abuela a mi madre, y de mi madre a mi. El bienenstich esta confeccionado por capas. La de abajo es masa quebrada con levadura; la segunda es un relleno de azucar, mantequilla y crema de almendras que yo trituro hasta hacerla cremosa, y la de arriba es de nuevo masa quebrada con almendras caramelizadas.
—?Mmm, que rico! —susurro. Y levantandome con decision, anado—: Como este es el postre, se tienen que sentar con nosotros a comerlo. —Simona y Norbert se miran, y antes de que digan nada, les recuerdo—: ?Me lo han prometido!
Eric sigue mi ejemplo; se levanta, retira una silla y le dice a la mujer:
—Simona, ?serias tan amable de sentarte?
La mujer, casi sin respirar, se sienta, y junto a ella, su marido, y yo, acercandome, pregunto:
—Esto se corta como si fuera una tarta, ?verdad?
Simona asiente.
—Muy bien, pues sere yo quien os sirva a todos este fantastico bienenstich. —Luego, miro al nino y le pido—: Flyn, ?podrias traer dos platitos mas para Simona y Norbert?
El pequeno, dichoso, se levanta, corre hacia la cocina y regresa con los dos platos. Con decision, corto cinco trozos y los reparto, y una vez que me siento en mi silla, Eric me mira, satisfecho.
—Vamos..., atacadlo antes de que yo me lo coma todo —murmuro, haciendoles reir a todos.
Entre risas y ocurrencias devoramos el maravilloso postre. Sorprendida, observo como las cuatro personas que me rodean disfrutan del momento como algo unico, y yo soy tremendamente feliz. Entonces, les propongo que me canten un villancico aleman, y rapidamente Norbert se arranca con el tradicional O Tannenbaum.
O Tannenbaum, O Tannenbaum,
wie treu sind deine Blatter.
Du grunst nicht nur zur Sommerzeit,
nein auch im Winter, wenn es schneit.
O Tannenbaum, O Tannenbaum,
wie grun sind deine Blatter!
Los escucho, maravillada. Eric, con su sobrino sentado en su regazo, tambien canta ese villancico tan aleman que me pone la carne de gallina. Ver a esas cuatro personas unidas por la musica me hace recordar a mi familia. Con seguridad, mi padre y mi hermana estaran rebanando el cordero, y mi sobrina y mi cunado riendo por las bromas. Eso me emociona, y los ojos se me llenan de lagrimas.
Pero cuando acaban la cancion aplaudo, y rapidamente Flyn, que ha entrado en el juego que yo queria, pide que yo cante uno en espanol. Mi mente va rapida, e intento pensar que villancico el ha podido escucharle a Sonia y me arranco con Los peces en el rio. Acierto, y el nino y Eric me siguen, y cantamos entre palmas.
Pero mira como beben los peces en el rio,
pero mira como beben por ver a Dios nacido
Beben, y beben, y vuelven a beber,
los peces en el rio por ver a Dios nacer.
Cuando acabamos, esta vez son Simona y Norbert quienes nos aplauden, y nosotros nos sumamos a los aplausos.
?Que momento tan bonito y familiar!
Eric descorcha una botella de champan, llena todas las bonitas copas y a Flyn le pone zumo de pina. Todos brindamos por san Silvestre.
Cuando Simona se empena en recoger la mesa, quiero ayudarla. Al principio, ella y Norbert se quejan, pero al final desisten al escuchar a Eric decir:
—Simona, si Jud ha dicho que te ayuda, nada la va a detener.
La mujer se da por vencida y, encantada, la ayudo. Consigo que Norbert se quede con Eric y Flyn en el salon, hablando. Cuando regreso para quitar los ultimos platos, Simona me susurra:
—No, senorita Judith..., esos platos hay que dejarlos sobre la mesa hasta bien entrada la madrugada. En Alemania es tradicion dejar las sobras de lo cenado en la mesa. Eso nos asegura que el ano que viene tendremos la despensa bien llena.
Inmediatamente, suelto los platos con alegria.
—Pues ?ea! ?Todo sea por la despensa llena!
Durante un rato los cinco nos reimos mientras contamos anecdotas graciosas. Entre risas me comentan que alli es tradicion un juego llamado Bleigiessen, y sorprendida escucho que se venden kits de Bleigiessen con los significados.
El Bleigiessen es un ritual para predecir o adivinar el futuro. Se funde plomo en una cuchara con el fuego de una vela y, una vez fundido, las gotas de plomo se echan a un recipiente con agua fria y se deja que endurezcan. Cada persona coge luego una de esas formas y, con la ayuda del kit, predice su futuro.
—Si el plomo tiene forma de mapa —dice Flyn, gozoso—, es que vas a viajar mucho.
—Si tiene forma de flor —indica Norbert—, significa que habra nuevos amigos.
—Y si sale en forma de corazon —explica sonriendo Simona—, es que el amor llegara pronto.
Eric esta disfrutando. Lo veo en su cara y en su forma de sonreir. Finalmente, se levanta de la mesa, nos invita a todos a sentarnos en el sillon y dice mientras pone la television:
—Jud, en Alemania hay otra tradicion. Resulta algo extrana, pero es una tradicion.
—?Ah, si? ?Y cual es? —pregunto, curiosa.
Todos sonrien, y Eric, tras darme un dulce beso en la mejilla, indica:
—Los alemanes, despues de la cena de Nochevieja y antes de salir a admirar los fuegos artificiales, solemos ver un video comico, bastante antiguo, en blanco y negro, llamado Dinner for One. Mira..., empieza tras los anuncios.
Los demas asienten y se acomodan, y Eric, al ver que me rio, murmura:
—No te rias, morenita. ?Es una tradicion! Todos los canales de television lo emiten ano tras ano el 31 de diciembre. Pero lo mas curioso de todo es que es un sketch en ingles, aunque en algunos canales lo ponen con subtitulos en aleman.
—?Y de que trata?
Eric me acomoda entre sus brazos y, mientras comienza el sketch, susurra en mi oreja:
—La senora Sophie celebra su noventa cumpleanos en compania de James, su mayordomo, y varios amigos que ya no estan porque han muerto. Lo gracioso es ver como el mayordomo, durante la velada, se hace pasar por cada uno de los amigos de la senora.
De pronto, para de hablar porque comienza a reir por lo que ve en la television. En el tiempo que dura el video los miro con sorpresa a todos. Se divierten tanto que hasta Flyn abandona su habitual ceno fruncido para reir abiertamente ante las cosa que hace el mayordomo de la television.
Cuando acaba el sketck, Simona va a la cocina y regresa con cinco vasitos con uvas. Miro la fruta con asombro.
—Recuerda que mi madre es espanola —senala Eric—. Las uvas nunca han faltado en una noche asi.
Emocionada, atontada y feliz por unas simples uvas, grito cuando Eric pone el canal internacional y conecta con la Puerta del Sol de Madrid.
??Aisss, mi Espana!!
?Viva Espana!
Me siento mas espanola que nunca.
Quedan quince minutos para que acabe el ano y ver en la television mi querido Madrid hace que me emocione. Flyn me mira sorprendido, y Eric se acerca a mi para decir en mi oreja:
—No me llores, carino.
Me trago las lagrimas y sonrio.
—Tengo que ir al bano un segundito.
Desaparezco todo lo rapidamente que puedo.
Cuando entro en el bano y cierro la puerta, mi boca se contrae y lloro. Pero mis lagrimas son extranas. Estoy feliz porque se que mi familia esta bien. Estoy feliz porque Eric esta a mi lado. Pero las puneteras lagrimas se empenan en salir.